martes, 28 de enero de 2014

ALGUNOS DATOS SOBRE RUDISBROECK

Por supuesto me refiero al personaje del mí(s)tico cuento Rudisbroeck o los autómatas de Emiliano González (Los sueños de la bella durmiente, 1978). 

En su tesis doctoral, Aquelarre en los bosques narrativos: la poética de lo fantástico en los cuentos de Emiliano González, Jorge Olvera Vázquez apunta que el título del cuento es una obvia correspondencia con Horacio Kalibang o los autómatas del argentino Eduardo Ladislao Holmberg (1879).  Correspondencia acertada, pues el propio Emiliano me lo contó de viva voz en uno de nuestros encuentros (¿o fue en sueños?).

Lo que nos lleva al peculiar nombre de Johan Rudisbroeck… 

Jorge Olvera señala que: 
No puede dudarse, desde su casi homonimia, de la relación del personaje literario con el místico medieval Jan Van Ruysbroeck (1293-1391), quien pasó la mayor parte de su vida ejerciendo la meditación, la contemplación y la vida espiritual, alejado de la gente, en los bosques de Groenendael.  



Y continúa:

El apellido de Rudisbroeck, por otra parte, también deriva de rudbeckia, que aparece como una de las flores animadas, del caricaturista francés J.J. Grandville. Vid., Emiliano González, “De Elizabeth Siddal a Alice Liddel”, en Almas visionarias, FCE, México, 1987, p. 129. Se trata de un libro de grabados publicado en 1847, titulado Les fleurs animeés, con 54 grabados en dos volúmenes, donde la rudbeckia, en realidad, está representada por la margarita común, pues su nombre se aplica también a un tipo de rudbeckia. A su vez, el nombre de dicha flor proviene del anatomista y botánico sueco Olaf Rudbeck.


(AQUÍ pueden ver todas las imágenes)

Pero las correspondencias no son exclusivas de Rudisbroeck. Por ejemplo, la princesa Glinda puede referirse a Glinda, la bruja buena del sur en El maravilloso mago de Oz de Frank Baum.



O (una de mis correspondencias favoritas) el personaje Braulio, "el hombre león", "el hombre perro", "el hombre más feo del mundo", puede referirse a Julia Pastrana. De hecho, su nombre se menciona en el texto:
Los más antiguos casos, como Nabucodonosor, y los más modernos, como Julia Pastrana, "la mujer gorila" exhibida en los circos europeos al declinar el siglo, coinciden en lo esencial: capilaridad monstruosa. 



Además, el extraño teatro en tinieblas donde se exhiben "caprichos de la naturaleza" hace pensar en la película Freaks de Tod Browning (1932).


Con un timing preciso (aunque doloroso), Jorge Olvera apunta que el tema de un "triste espectáculo de feria" fue abordado por José Emilio Pacheco en El viento distante y Parque de diversiones.

Y así nos podríamos seguir, pues la obra de Emiliano González está hipercodificada. 

No me resta más que invitarlos a la charla que Édgar Omar Avilés y yo daremos sobre, sí, Emiliano González.




sábado, 25 de enero de 2014

FITZ-JAMES O´BRIEN

Después de leer lo que opinaban de él Emiliano González y H. P. Lovecraft, me di a la tarea de conseguir la obra de Fitz-James O´Brien. Afortundamente encontré La lente de diamante y otras historias de terror y fantasía.


Lo que escribió Emiliano González en Pensamientos y males (Neon City Blues):

En el cuento La lente de diamante de Fitz James O´Brien (1858) es criticada simbólicamente la alquimia frustrada, pues el oro de los cabellos de Anímula -la Eva del edén infinitesimal- se marchita y sus ojos color de cielo pasan a ser polvo negro, símbolo en la alquimia del opio, de la materia prima, del fango, del excremento, del metal de baja ley. O´Brien, asimismo, retrata el fracaso del paraíso artificial del hashish cuando se ve invadido por el opio o por las explicaciones del doctor Moreau, que destejen el arco iris de la poesía de Gautier, maestro y amigo de Baudelaire. Las prostitutas y ladrones que son el fango de la ciudad y que se ven transmutados por la prosa poética y crítica hasta llegar a ser oro alquímico, en la obra de Baudelaire, triunfan en el cuento de O´Brien sobre los empeños científicos humanistas, y el propio microscopista se ve llevado a la cólera excesiva, a la locura y a la ruina, debido a su mundo ingrato. El microscopista es como un alquimista frustrado, y pierde hasta el oro material.



Lo que escribió Lovecraft en El horror sobrenatural en la literatura:

Entre los primeros discípulos de Poe, cabe señalar al brillante joven irlandés Fitz James O´Brien (1828-1862), quien se nacionalizó norteamericano y murió honrosamente en la Guerra Civil. Fue él quien nos dio ¿Qué es eso?, la primera novela corta bien estructurada de un ser tangible aunque invisible y el prototipo de Horla de Maupassant; creó asimismo el inimitable La lente de diamante, en el que un joven microscopista se enamora de una chica de un mundo infinitesimal que ha descubierto en una gota de agua. La muerte prematura de O´Brien nos privó sin duda de una serie de magistrales cuentos fantásticos y de terror. 

viernes, 17 de enero de 2014

EL BLUES DE NEON CITY

En Neon City Blues (Alfaguara, 2000), libro conformado por Neon City Blues (una novela gótica de pornografía y violencia también llamada Los monstruos y El libro de las tentaciones) y La muerte de Vicky M. Doodle (Filme de horror proyectado en viejos cinematógrafos, también llamado Pour le soleil y Tatuajes en cuerpo dorado), Emiliano González menciona algunos grupos y canciones que sirven como soundtrack a este conjunto de hermosas bizarrías.



Primero menciona una canción llamada I am a sex murderer, pero no encontré alguna canción con ese nombre (lo más cercano fue Sex murder art de Slayer, aunque dudo que Emiliano se refiriera a ella).

También aparece un grupo llamado Shit Soup, del que tampoco encontré nada. Por el nombre se me antoja como un grupo de punk.

Más adelante menciona dos canciones que sí pude rastrear:

Maggie May de Rod Stewart:

Vicky saca de su bolsa una casetera y oprime un botón. El programa se inicia a mitad de Maggy May, de modo que Vicky hace retroceder la cinta. Guitarra medieval…






Sweet Little Sixteen de Chuck Berry:

Baby Lon tararea "Sweet Little Sixteen" a orillas del mar grisáceo de un antiguo pueblo marinero, en Holanda…
Baby Lon tararea "Sweet Little Sixteen" mientras sube las escaleras interminables de un hospital fétido…

(aunque existen versiones de The Beatles y de The Rolling Stones, supongo que se refiere a la original)





Para finalizar, en el Epílogo, donde Emiliano González hace un exhaustivo seguimiento de las principales influencias en literatura, pintura y música, sobresalen dos grupos: The Rolling Stones y Edgar Winter Group.

Cuando aparece el álbum "Their Satanic Majesties Request" podemos considerarlos como subterráneos. Este álbum tiene influencia, en las letras, de Byron, el poeta romántico, llamado "su satánica majestad" por Madame de Staël. La pieza "She is like a rainbow" es tal vez inspirada por un poema de Byron sobre una isla de los mares del Sur, en el que una mujer es comparada con un arco iris. La canción también posee influencia de "Lamia" de Keats. La pieza "In another land" parece inspirada directamente por "El país azul" de Marcel Schwob, autor decadentista y simbolista.






En el primer lustro de la década de los setenta, en nuestro siglo, el grupo musical de Edgar Winter recrea motivos de Rachilde (el travestismo, el hermafrodita) y saca la pieza "Frankenstein", bastante popular.






Y, en lo personal, cada que aparecían en el libro los extraños motociclistas de rostros descarnados que rondaban por Neon City, en mi cabeza se escuchaba Killed by death de Motörhead:


lunes, 13 de enero de 2014

PROUD MAISIE

En El discípulo: una novela de horror sobrenatural (Casa de horror y de magia, 1989), Emiliano González nos vuelve a deleitar con la hermosa descripción de Proud Maisie, obra del pintor británico Frederick Sandys (1829-1904):

a) La escritura verde
Londres, marzo de 1907

Un dibujo a lápiz y crayón de Frederick Sandys, Proud Maisie, me ha dejado temblando de deseo en una galería, blanca de sol, del Victoria & Albert: una jovencita rubia, de trece o catorce años, cuya mirada es triste y cruel a la vez. Los rizos le caen alrededor de los hombros, acariciándola voluptuosamente. Sandys nos deja ver la oreja y parte del cuello, de una suavidad estremecedora. Las mejillas parecen exigir besos sobrehumanos, mordidas de ángel. Con sus dientes de ninfa apresa uno de los mechones del ovillo que su mano izquierda, regordeta y llena de hoyuelos, enreda y desenreda. Y sus ojos (¿azules?… ¿verdes?) parecen tramar infidelidades exquisitas. Proud Maisie! Proud Maisie!


sábado, 11 de enero de 2014

FÉLICIEN ROPS

La obra de Emiliano González está plagada de referencias a escritores, artistas y libros (la mayoría reales, otros inventados o haciendo una referencia más sutil a otros).

La pintura juega un papel muy importante en sus textos,  resultando evidente su predilección por los artistas belgas.

En Impresiones de Brujas (Los sueños de la bella durmiente, 1978), Emiliano González cita a tres pintores: Hans Memling, Jan van Eyck y Fernand Khnopff.

I
Hace tiempo, mi alma descartó a París del trío de ciudades habitables. Quedaron Brujas y Venecia, y cada vez más la segunda se ve favorecida por las sombras de Guardi en detrimento de la clara geometría del Canaletto, mientras que Brujas adquiere, sin disipar las neblinas ni romper el silencio de Khnopff, un esmalte añejo pero sumamente hospitalario con esos acopiadores de minucias: Memling y Van Eyck.


Pieza para Istar, novela de Péladan: Fernand Khnopff, 1888


Escenas de la pasión de Cristo: Hans Memling, 1470



La adoración del cordero místico: Jan van Eyck, 1432


Luego, en El discípulo: una novela de horror sobrenatural (Casa de horror y de magia, 1989), describe brevemente un "grabado en tinta sepia" de Félicien Rops:

El reverendo me mostró un grabado en tinta sepia de Félicien Rops, perteneciente a la serie Les sataniques: enormes falos exangües en un paisaje de pantanos humeantes.


Les sataniques (1882):

Le Calvaire

Le sacrifice
L´Enlévement

Satan semant l´ivraie

L´Idole

miércoles, 8 de enero de 2014

¿SABES LO QUE SON LOS SUEÑOS?

Pregunta que le hace la señora Rinaldi, una vieja curandera, a un niño que sufría pesadillas en el cuento El ángel de la señora Rinaldi de Thomas Ligotti

¿Sabes lo que son los sueños? me preguntó en voz baja, y acto seguido comenzó a responder a su propia pregunta. Son parásitos... gusanos de la mente y el alma que se alimentan de la mente y el alma como los gusanos ordinarios se alimentan de la carne. Y al alimentarse de la mente y el alma también devoran el cuerpo, lo cual a su vez afecta de nuevo a la mente y al alma, y así hasta causar la muerte. Y es que estas cosas no pueden ser separadas, ni ninguna otra cosa. Porque todo está terriblemente vinculado y afecta a todo lo demás. Incluso las cosas más dispares están conectadas con el resto de las cosas. Y, por ello, si estos sueños no poseen un mundo propio que los alimente, pueden entrar en tu mundo y poseerlo, agotarlo poco a poco cada noche. Se apoderan de tu mundo y lo consumen. Desgastan tu rostro y los rostros de las cosas que conoces: usan las cosas que son tuyas a su propia manera. Y pueden utilizar a algunas personas con una facilidad pasmosa, y con mucha dureza. Pero utilizan a todos, y siempre han utilizado a todos, porque pertenecen a tiempos remotos, antes de que los mundos se despertasen de una larga y desamparada noche. Y estos sueños, estas cosas llamadas sueños, siguen actuando para arrojarnos de nuevo a aquella enorme y demente oscuridad, para consumirnos a todos nosotros durante nuestro solitario sueño y agotarnos hasta la muerte. Poco a poco, noche tras noche, nos arrebatan de nosotros mismos y de la verdad de las cosas. Yo misma sé muy bien cómo son los sueños y qué pueden hacernos. Nos hacen bailar al ritmo de sus extraños delirios hasta que estamos demasiado exhaustos para seguir viviendo. Y ellos te han encontrado, niño, una dócil pareja para su terrible baile.


Noctuario 
(Relatos extraños y terroríficos)
Thomas Ligotti
Valdemar / Gótica

jueves, 2 de enero de 2014

APUNTE GÓTICO

No, no se trata del extraordinario cuento de Inés Arredondo, sino de, literalmente, un apunte de Leslie A. Fielder sobre literatura gótica: 


Debajo del castillo encantado yace lo que guarda la mazmorra: el vientre de cuya oscuridad surgió el primer ego, la tumba de la que tiene que volver al fin. Debajo de la cáscara desmoronada de la autoridad paterna, se encuentra la oscuridad materna, imaginada por el escritor gótico como una prisión, una cámara de tortura de la cual los gritos del anima secuestrada no pueden ser escuchados. La parte superior y los niveles inferiores de las ruinas del castillo o abadía representan los temores contradictorios en el corazón del terror gótico: el temor del superego, cuyas espléndidas almenas han sido maltratadas pero no abatidas, y de la id, cuya oscuridad abunda en visiones tormentosas que el castillo nunca había presenciado.

Leslie A. Fielder
Love and Death in the American Novel


Este apunte está incluido, a manera de prólogo, en Haunted Castles, the complete gothic stories de Ray Russell: uno de los seis títulos de la colección Penguin Horror, editada y curada por Guillermo del Toro.